La Internet de las cosas (IoT) es la interconexión de objetos físicos que a través de Internet logran establecer interacciones entre sí y con su entorno.
El resultado de esta red interconectada se traduce en funciones independientes que facilitan la vida de las personas y que, en el caso de las empresas, arrojan datos de suma importancia que se usan para procesos de toma de decisiones y optimización del servicio al cliente. En este último tiempo, se convirtió en una de las tendencias tecnológicas con mayor crecimiento a nivel mundial.
Según estimaciones de Gartner, empresa consultora de investigación de las tecnologías de la información, para el 2020 en el mundo habrá alrededor de 26.000 millones de dispositivos, además de computadoras, celulares y tablets, conectados a internet, gracias a la IoT.
Según la Cámara Argentina de Internet (Cabase), 4 mil millones de personas estarán conectadas a la Internet de las cosas por más de 25 millones de aplicaciones.
Por lo que resulta una plataforma prometedora y se calcula que hasta la próxima década generara movimientos en la industria tecnológica por 19 trillones de dólares en todo el mundo. Para la Argentina el movimiento del mercado alcanzaría los 79 mil millones.
En el caso de las empresas de servicios públicos y telecomunicaciones, la Internet de las cosas logró establecer dinámicas más eficientes a la hora de agilizar los flujos de trabajo y potenciar las oportunidades de negocio gracias a aspectos como la conectividad y la movilidad.
Es así como esta tendencia tecnológica facilitó la recolección de grandes volúmenes de información en temas de consumo, preferencias y problemas de los usuarios, gracias al IoT estos datos se encuentran siempre disponibles y actualizados.
Esto representa una disminución en costos y esfuerzos operativos, ya que se reducen las actividades de back office orientadas al registro de datos y a la gestión documental. La Internet de las cosas permite que las compañías pueden estar a la vanguardia en materia de recolección de datos y conocimiento de sus clientes.
Así se hace mucho más viable la posibilidad de encontrar vías para brindar servicios más personalizados, predictivos y ajustados. Lograr este tipo de tecnificación en los procesos críticos del negocio representa, sin lugar a dudas, un gran factor diferenciador frente a la competencia.
De igual forma, la IoT fortalece la dinámica operacional de las organizaciones que prestan este tipo de servicios al involucrar procesos como la medición avanzada, la cual permite optimizar el uso de las redes e implementar acciones como el mantenimiento predictivo.
Por lo tanto, la generación de nuevas y mejores experiencias al cliente se basa también en procesos operativos eficientes que, cuenten con información detallada y en tiempo real. La agilidad y la eficacia son factores transformadores a la hora de prestar servicios públicos y de telecomunicaciones de calidad.
Fuente: www.iprofesional.com